Tumba de los Moros

De la presencia visigoda en Aliseda tenemos la necrópolis llamadas «tumbas de los moros» por el pueblo y a unos 3 Km. al oeste que podrían datar entorno al siglo VI o VII; son seis tumbas de forma antropomorfa excavadas en la roca de granito y cubiertas, posiblemente, con tapa granítica o de pizarra. Estas tumbas tienen réplicas en Arroyo de la Luz, Malpartida de Cáceres, Casar de Cáceres, etc. suelen aparecer agrupadas, lo que sugiere enterramientos de tipo familiar, aunque no deja de haberlas en solitario.

Una vez cruzamos a las cercas colindantes, campo a través y a poca distancia, nos encontramos con un grupo de cazoletas y que nos dan la bienvenida a lo que más adelante se extenderá ante nosotros como un asentamiento de la II Edad del Hierro. Se continúa descendiendo por una pequeña pendiente, y una vez salvadas las dificultades que presenta el terreno, abrupto y fragoso, estaremos en los inicios del poblado, en cuyas inmediaciones podremos observar una piedra tumbada en el suelo, trabajada por ambos extremos, y que es una de las manifestaciones claras del tratamiento de la piedra por parte de civilizaciones pre-romanas, comenzando en ese lugar el ascenso hasta lo más alto del promontorio.

Por toda la cresta podremos ver las distintas manifestaciones pétreas de este poblado: cazoletas rectangulares, rebajes en la roca y escaleras esculpidas en piedra en la zona de la meseta interior, así como restos de murallas en su perímetro, todo ello abrumado por la presencia de chumberas, escobas y demás vegetación autóctona que ha invadido este rincón de la histo

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